Pasas horas estudiando, subrayando, haciendo esquemas… pero cuando vuelves al tema unas semanas después, ¡parece que se ha esfumado de tu cabeza! ¿Te suena?
No te preocupes, no es que tengas mala memoria. Nuestro cerebro olvida si no repasamos de forma estratégica.
¿Y eso cómo lo consigo, Sara?
Mira, aquí te cuento cómo lo haría yo si volviera a opositar:
- La curva del olvido: repasa en el momento justo:
Tu cerebro olvida la mayoría de la información en cuestión de días… a menos que la repases en los momentos clave. Para conseguirlo, trata de seguir esta estrategia:
1º repaso: el mismo día que estudias.
2º repaso: a las 24 horas.
3º repaso: a los 7 días.
4º repaso: al mes. - Repasa de forma activa (no solo leas tus apuntes):
Leer y releer no es suficiente. En su lugar, usa técnicas activas:
– Auto explicación: intenta explicar el tema en voz alta, como si lo estuvieras enseñando a otra persona.
– Preguntas y respuestas: haz tarjetas con preguntas clave y desafíate a responder sin mirar los apuntes.
– Mapas mentales y esquemas: dibuja conexiones entre ideas para visualizar mejor la información. - Técnica Feynman: explica como si tuviera que entenderlo un niño pequeño
Si puedes explicarlo de forma sencilla, significa que realmente lo has entendido. Prueba a resumir lo aprendido con palabras simples y sin tecnicismos. - Técnica de la evocación: recuerda sin mirar
Antes de repasar un tema, cierra los apuntes e intenta escribir o decir en voz alta todo lo que recuerdes. Luego, revisa lo que olvidaste y refuérzalo. Este método mejora la memoria a largo plazo. - Intercala temas para evitar la monotonía
Estudiar el mismo tema durante horas seguidas puede ser poco eficiente. En su lugar, intercala asignaturas o tipos de ejercicios para mantener tu cerebro activo y evitar el aburrimiento.
Si terminas probando alguna de estas técnicas, ¡cuéntamelo! Me encantará saber que te ha funcionado.
Y si te estás pensando en prepararte para ser Profesor de Secundaria especializado en PGA, empezamos el Programa Anual.
En un año podría cambiarte la vida, mandar a la porra a tu jefe y empezar a vivir la vida profesional que siempre has querido.
No sé, yo que tú pincharía aquí para ver qué tengo para ti.
Un abrazo.
Sara.